Marcel Bich, creyendo en el potencial del bolígrafo, adaptó y mejoró el bolígrafo inventado por el húngaro László Biró, y en diciembre de 1950, lanzó en Francia su propio bolígrafo bajo la marca BIC®, una versión de su propio apellido más corta y fácil de recordar. La calidad y el precio accesible del bolígrafo BIC® Cristal® hizo que fuera rápidamente adoptado por un número creciente de consumidores.
Surgimiento de BIC® Cristal® 1950